8/11 La Seguridad de la Salvación

8/11 La Seguridad de la Salvación

Pruebas de que la salvación no se pierde

Lo tenemos en la parábola del Hijo Pródigo.

El hijo se había ido lejos, se había ido a gastarse todo y a perderse en los pecados del mundo, pero cuando regresa, como hijo que era, le es restituido todo por su padre y dice una frase clave, <<ha revivido>>, es decir que un día estuvo vivo, avivado por el Señor y ahora ha VUELTO nuevamente a vivir, los hijos de Dios estamos llenos de la vida de nuestro Padre celestial. En esta parábola no solo lo perdona, sino que le hace fiesta (bodas del cordero). Un hijo sigue siendo hijo, no importa que se haya ido lejos y se halla apartado de todo lo bueno que el padre le había enseñado. La Biblia dice que hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente. Esto lo podemos tomar como uno que nunca había recibido a Cristo como su Señor, y también de aquellos que siendo hijos se habían apartado y regresan arrepentidos. En la parábola ya sabemos que el padre es Dios, lleno de amor y misericordia. El Padre que siempre está dispuesto a perdonar. Si no acordémonos del pueblo de Dios, cuantas veces se extraviaron y se fueron tras otros dioses y el Padre siempre los perdonó.

Romanos 2:3-4  ¿Y piensas esto,  oh hombre,  tú que juzgas a los que tal hacen,  y haces lo mismo,  que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad,  paciencia y longanimidad,  ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?

Quiere decir que si nos arrepentimos Dios con su misericordia nos perdona. Dios no es un Dios de rencor, al contrario, es un Dios misericordioso. Además él sabe que por nuestra naturaleza carnal Satanás siempre nos está incitando al pecado, y sería casi imposible que no caigamos en pecado. Solo Uno ha podido vivir en esta tierra sin pecado, y este es nuestro Señor Jesús. El Cordero sin mancha.

Otra prueba de que la salvación no se pierde es la Parábola de la Oveja perdida. Las Escrituras son muy claras que la única naturaleza espiritual con la que Dios nos identifica como sus hijos son a las OVEJAS y Él es nuestro PASTOR. Dios no es pastor de CABRAS (rebeldes); PERROS (Falsos obreros), CERDOS (Falsos maestros), ZORRA (Inmorales) o cualquier otro ejemplo espiritual de animal. Una naturaleza espiritual diferente al pueblo de Dios y que no se identifique como las OVEJAS (pueblo de Dios), es imposible que sean salvos, que han nacido de nuevo o que pertenecen al mismo redil del pueblo de Dios. Una OVEJA es alguien a quien reconoce como un hijo. Pero vemos en esta parábola que la oveja se pierde de las otras y Jesús va y deja las noventa y nueve y busca la ovejita que se perdió. Por eso la palabra es clara mis hermanos que ninguna que es OVEJA genuina del Señor será arrebatada de las manos del Señor. Esta ovejita en la parábola se refiere a una oveja ya CAMINANDO con su pastor, era parte del redil de Dios. Y El Señor en su infinita misericordia los busca hasta HALLARLO nuevamente. La Señal de que somos hijos de Dios en estas dos parábolas lo explica claramente y es: No importa cuánto se aparte o se extravié del camino un Genuino hijo de Dios, este, siempre regresará a la casa de su Padre, si no lo hace nunca fue hijo, sino que fue un bastardo, nunca nació de nuevo, nunca fue salvo.

Ser salvos no significa licencia para pecar.

Romanos 2:6-11  el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que,  perseverando en bien hacer,  buscan gloria y honra e inmortalidad, 8  pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad,  sino que obedecen a la injusticia; 9  tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo,  el judío primeramente y también el griego, 10  pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno,  al judío primeramente y también al griego; 11  porque no hay acepción de personas para con Dios.

1 Timoteo 5:20 A los que persisten en pecar,  repréndelos delante de todos,  para que los demás también teman.

Lo que Pablo le dice a Timoteo es que reprenda a los que persisten en pecar para que los demás teman y se aparten del pecado y puedan tener una vida en santidad y sepan que el ser cristianos es un trabajo de toda la vida. Además si la salvación se perdiera por nuestros pecados, nadie sería salvo pues todos pecamos todos los días de nuestra vida, Y PASARIA A SER POR OBRAS, pues entonces seríamos salvos por nuestros propios méritos y no por la misericordia de Dios. Pues seríamos  nosotros los que contribuiríamos a la salvación por no pecar, y ya no sería por gracia, y la Biblia dice que no es por obras:

Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios; no por obras,  para que nadie se gloríe.

Ademas nuestro trabajo como cristianos es luchar para vivir en santidad y dar frutos dignos de arrepentimiento. Esta es una lucha diaria del cristiano.

Efesios 2:10  Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Nuestro trabajo es seguir edificando sobre el fundamento de los apóstoles, cuya base es Cristo mismo.

Efesios 2:20-21  “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,  siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio,  bien coordinado,  va creciendo para ser un templo santo en el Señor”

El que se desvía y hace lo malo hasta la muerte es que nunca fue salvo.

Mateo 7:16-23 Por sus frutos los conoceréis.  ¿Acaso se recogen uvas de los espinos,  o higos de los abrojos? 17  Así,  todo buen árbol da buenos frutos,  pero el árbol malo da frutos malos. 18  No puede el buen árbol dar malos frutos,  ni el árbol malo dar frutos buenos. 19  Todo árbol que no da buen fruto,  es cortado y echado en el fuego. 20  Así que,  por sus frutos los conoceréis. 21  No todo el que me dice: Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos,  sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22  Muchos me dirán en aquel día: Señor,  Señor,  ¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23  Y entonces les declararé: Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad. 24  Cualquiera,  pues,  que me oye estas palabras,  y las hace,  le compararé a un hombre prudente,  que edificó su casa sobre la roca. 25  Descendió lluvia,  y vinieron ríos,  y soplaron vientos,  y golpearon contra aquella casa;  y no cayó,  porque estaba fundada sobre la roca. 26  Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace,  le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27  y descendió lluvia,  y vinieron ríos,  y soplaron vientos,  y dieron con ímpetu contra aquella casa;  y cayó,  y fue grande su ruina.

Muchos creen que porque hicieron una profesión de fe ya son salvos, no, no es así, para ser salvos tiene que haber un “nuevo nacimiento”. Tiene que haber un verdadero cambio. El nuevo nacimiento implica un proceso, un cambio de verdad, una regeneración, fe y arrepentimiento. La persona tiene que haber experimentado un giro de ciento ochenta grados en su vida. Significa un cambio de rumbo, el pecado que antes era placentero, ya no es agradable hacerlo. No significa que no seguirá pecando, no, lo que si es que cuando la persona peca ya no  se siente a gusto como antes de recibir a Cristo. Por eso Jesús dijo “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7).

Solo quien ha nacido de nuevo es un verdadero cristiano. Y el que es nacido de nuevo no puede perder la salvación. Por eso la Biblia dice que es Cristo mismo el que intercede por los que han pecado. Además que Él conoce a sus ovejas ellas lo conocen a Él, y no perecerán jamás.

1Juan 2:1-5  Hijitos míos,  estas cosas os escribo para que no pequéis;  y si alguno hubiere pecado,  abogado tenemos para con el Padre,  a Jesucristo el justo. 2  Y él es la propiciación por nuestros pecados;  y no solamente por los nuestros,  sino también por los de todo el mundo. 3  Y en esto sabemos que nosotros le conocemos,  si guardamos sus mandamientos. 4  El que dice: Yo le conozco,  y no guarda sus mandamientos,  el tal es mentiroso,  y la verdad no está en él; 5  pero el que guarda su palabra,  en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;  por esto sabemos que estamos en él. 6  El que dice que permanece en él,  debe andar como él anduvo.

Solo un verdadero cristiano lucha para andar como Cristo anduvo.

Juan 10:27-29 Mis ovejas oyen mi voz,  y yo las conozco,  y me siguen, 28  y yo les doy vida eterna;  y no perecerán jamás,  ni nadie las arrebatará de mi mano. 29  Mi Padre que me las dio,  es mayor que todos,  y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

Así es hermanos y amigos, si realmente hemos nacido de nuevo no podemos perder la salvación, pues el Señor Jesucristo mismo lo dice que nadie nos puede arrebatar de su mano. Si usted no ha tenido un encuentro con el Señor, hoy le invito a que acepte a Cristo como su salvador personal y pueda tener la oportunidad de nacer de nuevo.

Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación (Salmo 13: 5)

A lo largo de la historia, calvinistas (1) contra arminianos (2) y viceversa, han debatido sobre este tema, y actualmente, muchos de nosotros como creyentes no sabríamos cómo definirnos por título teológico al respecto. Pero a decir verdad en este estudio no nos apoyamos para decir que somos calvinistas o arminianos, nosotros somos creyentes fieles en la palabra de Dios y no nos apoyamos en lo que dijo Calvino o lo que dijo Arminio, sino lo que dice la palabra de Dios.  

Unos dicen: “Una vez salvo, siempre salvo”. Otros dicen: “La salvación se puede llegar a perder”… ¿Quién tiene razón?

Este estudio pretende, con reflexión y con el apoyo de la infalible Palabra de Dios, aportar luz sobre este asunto.

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