5/11 La Seguridad de la Salvación

5/11 La Seguridad de la Salvación

Apocalipsis 3:5  El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.

Apocalipsis 22:18-19. Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

Debemos conocer bien las escrituras para meternos en una cita como esta y otorgarle doctrina de perdición al nacido de nuevo, explicaremos de una manera detallada para que aprendamos un poco de este tema del libro de la vida.

El Día de la Rememoración o el Memorial. Levítico 23:24 se refiere a este día como «una conmemoración». A lo largo de la Biblia se habla mucho de la memoria y la conmemoración. En las siguientes escrituras podemos ver como Dios se acuerda de nosotros y que nosotros debemos tener presente a Dios en todo lo que hagamos.

La rememoración se puede contemplar desde dos perspectivas:

Dios se acuerda de Nosotros (Génesis 8:1; 9:1, 5-16; 19:29; 30:22; Exodo 2:24-25; 3:1; 6:2,5; 32:1-3,7,11,13-14; Levítico 26:14,31-33,38-45;Números 10:1-2,9; Salmo 105:7-8,42-43; 112:6. De hecho, Dios tiene un libro de memoria (Exodo 32:32-33; Malaquías 3:16-18; Apocalipsis 3:5; 20:11-15; 21:1,27).

Nosotros debemos acordarnos de Dios (Exodo 13:3; 20:8; Deuteronomio7:17-19; 8:18; 16:3; Números 15:37-41).

En Daniel 7:9-10 está escrito: Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. (Daniel 7:9-10)

Ya que el Juez se sentó y los libros fueron abiertos, los libros son el libro de los justos, el libro de los inicuos y el libro de la memoria. El tercer libro que será abierto será el libro de la memoria (zikkaron). Es por ello que el saludo que las personas se dan durante la fiesta Judia Rosh HaShanah es: «¡Que seas inscrito en el Libro de la Vida!»

En Romanos 14:10 está escrito: «Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo». En 2 Corintios 5:10 está escrito: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo». También se habla de ello en 1 Corintios 3: 9-15. Dios juzgará las obras de los creyentes en el Mesías, pero no juzgará su salvación. Este es un juicio exclusivo para los creyentes en Yeshua. Las personas que se presentarán ante este juicio son exclusivamente los creyentes en Yeshua. Todos los que comparezcan ante este juicio son salvos. Este no será un juicio para salvación, sino un juicio para otorgar recompensas basadas en las obras realizadas. En este día, Dios abrirá el Libro de la Vida y realizará un juicio (Talmud, Rosh HaShanah 16b). Este es conocido como el juicio Bema.

En El Día del Juicio del gran trono blanco es diferente se cree que en este día Dios se sentará en la corte celestial y todos las personas pasarán delante de El para ser juzgadas. Se abrirán tres grandes libros, a la vez que cada persona es puesta en la balanza y se determina en cuál de las tres categorías pertenece. Se ha enseñado que la escuela de Shammai dice que habrá tres clases de personas en el Día de Juicio final: los justos, los inicuos y los intermedios. Los justos son inscritos y sellados de inmediato para la vida eterna; los inicuos son inscritos y sellados de inmediato para perdición (Talmud, Rosh HaShanah 16b-17a).

Los justos van a ser separados y estarán con Dios. Esto es conocido por los creyentes como el arrebatamiento, que en hebreo es el natzal. Los inicuos enfrentarán la ira de Dios durante el período de la tribulación, no se arrepentirán. La persona intermedia tiene hasta el final de la gran tribulación para arrepentirse, antes que su destino sea sellado por siempre. En otras palabras, la persona intermedia tendrá hasta el final de los siete años de tribulación para arrepentirse y volverse a Dios. Las personas intermedias y los inicuos deberán pasar los «Días Temibles», la tribulación, hasta que llegue el final de la tribulación, cuando su destino será sellado por siempre. Una vez el nombre de alguien está inscrito en el libro de los inicuos en el día del gran trono blanco, ya nunca podrá ser borrado (Apocalipsis 17:8). Estas son las personas que jamás aceptarán al Mesías Jesús.

Dice la palabra de Dios que Jesucristo murió por todos los seres humanos, tanto por los que ya desde el principio lo iban a aceptar, como los que lo iban a rechazar. Por eso no habrá excusas a aquellos que lo rechazaron y se condenaron, estas personas tenían el boleto de iba al cielo y no decidieron ir en el arca que los salvaba, sino que escogieron la perdición. Dice la palabra que aun los inicuos estaban escritos en el libro de la vida por gracia inmerecida de Dios para con nosotros, pero ellos mismos y sus decisiones provocaron que fueran borrados del libro de la vida e inscritos en el libro de los inicuos, en el día del gran trono blanco dice Apocalipsis 20:12  Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Es

decir que otros libros serán abiertos aparte del libro de la vida. Una vez que ya quedaste sentado en el día del gran tono blanco en el libro de los inicuos, nadie podrá borrarte de allí. Si tu nombre ese día llega estar en ese libro quiere decir que has sido borrado del libro de la vida por toda la eternidad. El salmo 69:28 Sean borrados del libro de la vida, y no sean inscritos con los justos. Este salmo habla de los inicuos que son borrados del libro de la vida. Dios promete a su Novia y futura esposa que no será borrada del libro de la vida apocalipsis 3:5, es decir una vez estés en el cielo como su esposa (la mayor recompensa) ya estas inscrito en el libro de la vida por siempre. Al igual que Dios promete también para su novia el arrebatamiento (el ser guardada en la gran tribulación). Los intermedios que decidan aceptar a Dios tendrán la esperanza de ser salvos e inscritos en el libro de la vida también, pero con sufrimientos extremos por parte de sus perseguidores en la gran tribulación.

El año tiene 12 meses e Israel tiene 12 tribus. Cada mes del año judío simboliza a una de las tribus de Israel. El mes de Tishri es el mes de la tribu de Dan. Este hecho tiene significado simbólico, ya que Dan es hijo de Bilha, la sierva de Raquel. Raquel dijo: «Me juzgó [dannani] Dios, y también oyó mi voz…» (Génesis [Bereishit] 30:6). El nombre Dan y la palabra din (tal como se lee en Yom HaDin, Día de Juicio), se derivan de la misma raíz, simbolizando que Tishrei es el tiempo del juicio divino y del perdón. Igualmente, cada mes del calendario judío le corresponde un signo (en hebreo, Mazal). El símbolo para el mes de Tishrei son las Pesas, lo cual simboliza el Día del Juicio.

Ezequiel 33: 13-16,18-19 Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo. Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia, si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente. Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello. Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello»

Aquí se refiere a  lo mismo a lo que pablo dijo de un hermano que desobedece. 1a de Timoteo 1:19.- «…manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar».

1a de Corintios 5:3-5.- «Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús».
Reina Valera Revisada (1960).

Cuando alguien de nuestros hermanos sabiendo hacer lo bueno y no lo hace, Dios en su infinita misericordia permite que esa persona guste la muerte para que su alma sea salva. Un ejemplo de ello fue el Rey Saúl, que fue ungido por Dios pero fue desobediente y su reinado fue cortado para darlo a uno mejor que él. Muchos opinan que Saúl no fue salvo, pero eso está lejos de ser verdad, Saúl fue al mismo lugar donde fue Samuel; al seno de Abraham (1samuel 28:19). Saúl fue cortada de los vivientes para preservación del alma. Cuando uno de nosotros no sabe sino desobedecer aun teniendo la fuerza para ser obediente y sigue pecando, la palabra es clara que Dios decide cortarlo. Dios desea que todo aquel que le sigue camine en santidad para poder ser parte de su esposa. Todo aquel nacido de nuevo que ya teniendo una nueva naturaleza para obedecer a Dios y peca conscientemente Dios le perdona, pero si insiste en pecar Dios decidirá algo mucho mayor que es llevárselo antes de tiempo. No se perderá su alma.

Mateo 18.15-17 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

Esta cita bíblica, no intenta explicar algo acerca de si la salvación se pierde o no. Mas bien esta cita bíblica contiene un tema disciplinario dentro de la congregación. La palabra griega para “ganado” es kerdaino que significa “hacer que recobre la vista” es decir  “hacerlo caer en cuenta de su error”.

Juan 8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.

Un discípulo no es meramente uno que aprende, sino un íntimo; de ahí que se les mencione como imitadores de su maestro; Juan 8:31; Juan 15:8. Muchos son los creyentes en Cristo pero pocos son los que llegan a grados de perecerse completamente a El, y alcanzar las promesas que Dios nos ha regalado.

1 Corintios 10:2 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

Este versículo por sí sólo parecería decir que “quien quiera ser salvo, cuide de no caer de su salvación”.  Otra vez más, se toma un “texto fuera de contexto”, al ignorar los versículos anteriores y/o posteriores relacionados con el versículo en duda.  En este caso, al ver los versículos anteriores, se ve la explicación completa de Pablo.  Por ejemplo, 1 Corintios 10:1 indica que no todos “nuestros padres estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar”.  En otras palabras, no todos los que fueron israelitas por nacimiento tuvieron vida eterna.  Después, 1 Corintios 10:5 comprueba lo mismo, “Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.” Este versículo vuelve a demostrar que no todos los israelitas eran creyentes (recuerde que los israelitas creían que porque Abraham fue su padre, que todos ellos eran de Dios (Juan 8:39-42)).  ¡Es más, 1 Corintios 10:7 menciona que algunos de ellos hasta eran idolatras!  Entonces, la idea es que no todos los que digan “Señor, Señor” entraran al cielo (Mateo 7:21- 23).  Tampoco todos los que nacieron como israelitas entraran al Cielo (Juan 8:39- 42).  De igual manera, no todo el que cree (o diga) ser cristiano entrará al Cielo, ya que para eso es necesario el nuevo nacimiento.  Y de ese peligro mortal habló Pablo, advirtiendo que las personas no confíen en sí mismos, ni en la religión porque entonces “van a caer”.  Más los que confían en Cristo Jesús como Salvador Personal estarán firmes, y no caerán.  Entonces, una palabra clave en 1 Corintios 10:12 es “piensa”.  Tales personas “piensan” que están firmes, pero obviamente nunca fueron del Señor, y por tal motivo Pablo les advierte de su inevitable caída.  La Nueva Versión Internacional (NVI) en español usa la frase, “piensa que está firme”.  La NVI en ingles dice “if you think you are standing firm”.  La versión King James en ingles dice “let him that thinketh he standeth”.  Esas versiones, al traducirse al español, aclaran muy bien que tales personas “pensaban que estaban bien”, y que Pablo les recordó que no se hicieran ilusiones falsas.  

Santiago 5:9  Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.

Dios juzga de manera justa nuestro proceder hacia nuestros hermanos sea en esta vida o la por venir, no se está hablando acerca de la condenación en el infierno de los no creyentes, en Romanos 14:10, 2 Corintios 5:10, se habla de un juicio donde compareceremos todos los salvos ante Dios. También se habla de ello en 1 Corintios 3: 9-15. Dios juzgará las obras de los creyentes en el Mesías, pero no juzgará su salvación. Este es un juicio exclusivo para los creyentes en Yeshua. Las personas que se presentarán ante este juicio son exclusivamente los creyentes en Yeshua. Todos los que comparezcan ante este juicio son salvos. Este no será un juicio para salvación, sino un juicio para otorgar recompensas basadas en las obras realizadas. En este día, Dios abrirá el Libro de la Vida y realizará un juicio (Talmud, Rosh HaShanah 16b). Este es conocido como el juicio Bema.

Santiago 5:19-20. Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.

Esta cita entra en explicaciones anteriores, donde aquel hermano que hace volver a otro que ha pecado salvara a este hermano de morir cortado por parte del Señor. Un ejemplo claro es Saúl y David. Saúl fue reprendido por el profeta Samuel, pero Saúl no le escucho y fue cortado, Samuel puede estar tranquilo en el día del juicio ante Dios porque Samuel le advirtió y fue Saúl quien no quiso escuchar, Saúl perdió galardones en esta tierra y en el cielo porque su propósito de ser rey no se cumplió conforme a la promesa de Dios sino que sus propias decisiones lo apartaron del propósito divino. Contrario a David que cuando pecó fue reprendido por el profeta Natán, este si escucho la corrección y vivió por ello. Dios de antemano sabía que David iba a tener un arrepentimiento genuino de su pecado y le conservo la vida, si no fuese sido así Dios lo hubiese cortado también, 2Samuel 12:13 dice: Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.

Mateo 5:22  Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.

Habéis oído que se decía entre dos de tiempos antiguos: «No matarás;» y «cualquiera que mate será llevado a la sala de juicio.» Pero Yo os digo que cualquiera que se enfade con su hermano será llevado a juicio; y el que le llame a su hermano «¡Estúpido idiota!» tendrá que comparecer ante el tribunal supremo; y al que le llame a su hermano: «¡Necio!» se le echará a la Guehenna de fuego.

Aquí tenemos el primer ejemplo del nuevo nivel que Jesús propone. La antigua Ley había establecido: «No matarás» (Exo_20:13 ); pero Jesús establece que hasta el enfado con un hermano está prohibido. En la traducción clásica inglesa se encuentran las palabras sin causa, que no están en ninguno de los grandes manuscritos; esto no es nada menos que una total prohibición de la ira. No basta con no golpear a una persona; lo único que sería suficiente es no desear siquiera golpearle; ni siquiera tener un sentimiento duro contra él en el corazón.

En este pasaje Jesús sigue el razonamiento a la manera de los rabinos. Se muestra experto en el manejo de los métodos de discusión que tenían costumbre de usar los sabios de Su tiempo. Hay en este pasaje una sutil gradación de la ira, y una correspondiente sutil gradación del castigo.

(i) En primer lugar tenemos al que está enojado contra su hermano. En el original el verbo que se usa aquí es orguizesthai. En griego hay dos palabras para ira. Está thymós, que se comparaba con la llama que prende en la paja seca. Es la ira que se inflama rápidamente y que se consume con la misma rapidez. Es una ira que surge deprisa y que también pasa deprisa. En esta cita bíblica Está orgué, que se describía como una ira que se hace inveterada. Es la ira de larga vida; es la ira de la persona que arropa su rabia para mantenerla calentita; es la ira que uno cultiva, y no deja morir.

La ira está sujeta a juicio. Este juicio era el tribunal local que dispensaba justicia. Estaba formado por ancianos de la localidad, y variaba en su número desde tres en las aldeas de menos de ciento cincuenta habitantes, hasta siete en los pueblos mayores y veintitrés en las ciudades todavía mayores.

Así pues, Jesús condena toda ira egoísta. La Biblia deja claro que la ira está prohibida «La ira del hombre no obra la justicia de Dios» (Stg_1:20 ). Pablo manda a los suyos que depongan toda «ira, enojo, malicia, blasfemia» (Col_3:8 ). Hasta el más elevado pensamiento pagano reconocía la insensatez de la ira.  Cuando entra la ira en escena «no se puede hacer nada a derechas ni con sensatez.» En una frase lapidaria, la ira es «una locura breve.»

Así es que Jesús prohíbe definitivamente la ira que se cultiva, la ira que no se quiere olvidar, la ira que se niega a pacificarse, la ira que busca venganza. Si hemos de obedecer a Jesús, hemos de  enterrar de la vida toda clase de ira, y especialmente la que se mantiene demasiado tiempo. Es una advertencia el recordar que uno no se puede llamar cristiano y perder los estribos por cualquier ofensa personal que haya sufrido.

De aquí Jesús pasa a hablar de dos casos en los que la ira se manifiesta en palabras insultantes. Los maestros judíos prohibían tal ira y tales palabras. Hablaban de «opresión en palabras,» y de «el pecado del insulto.» Tenían un dicho: «tres tipos descienden a la gehena para no volver: el adúltero, el que avergüenza a su prójimo en público, y el que le pone a su prójimo un mote insultante.» Están igualmente prohibidas la ira del corazón y la ira de las palabras.

Lo primero, se condena al que llama a su hermano necio. La Reina-Valera antigua ponía la palabra casi intraducible raca, que describe un tono de voz más que otra cosa. Su acento es el de desprecio. Llamar a una persona raca era llamarle idiota sin sentido, un tonto imbécil, un enredador cabeza-hueca. Es el término que usa uno que desprecia a otro con una superioridad arrogante.

Hay una historia rabínica de rabí Simón ben Eleazar. Venía de la casa de su maestro, y se sentía orgulloso al pensar en su inteligencia, erudición y bondad. Un viandante muy poco favorecido físicamente le dirigió el saludo. El rabí no se lo devolvió, sino le dijo: «¡So raca! ¡Qué feo eres! ¿Son todos los de tu pueblo tan feos como tú?» «Eso -le contestó el pobre hombre- yo no lo sé. Ve a decirle a mi Hacedor que me creó lo fea que es la criatura que ha hecho.» Así se reprendió aquel pecado de desprecio.

El pecado de desprecio merece un juicio todavía más severo. Habría que llevarlo a juicio ante el sanedrín, (synedrion); el tribunal supremo de los judíos. Esto, por supuesto que no hay que tomarlo literalmente. Es como si Jesús dijera: «El pecado de la ira inveterada es malo; el de desprecio es peor.»

No hay pecado que sea más contrario al espíritu de Cristo que el desprecio. Hay un desprecio que surge del orgullo de casta, y la cursilería es realmente algo muy feo. Hay un desprecio que surge de la posición y del dinero, y el orgullo que se basa en cosas materiales es también una cosa muy fea. Hay un desprecio que viene del conocimiento. Y de todas las cursilerías, la cursilería intelectual es la más difícil de entender, porque lo que más le impresiona a un sabio es el sentimiento de su propia ignorancia. No deberíamos nunca mirar con desprecio a cualquier persona por quien Cristo murió.

(iii) Jesús menciona a continuación al que llama a su hermano mórós. Mórós también quiere decir tonto, pero el hombre que es mórós es el necio moral. Es el hombre que se hace el tonto. El salmista habla del necio que se ha dicho en su corazón que no hay Dios (Sal_14:1 ). Ese era un necio moral, un hombre que vivía una vida inmoral y al que le convenía que no hubiera Dios. El llamar a alguien mórós no era criticar su capacidad mental; era poner en duda su carácter moral; era ensuciar su nombre y reputación, y marcarle como persona de mala vida e inmoral.

Así que Jesús dice que el que destruye el nombre y la reputación de su hermano merece el juicio más severo de todos, el juicio del fuego de la gehena.

Guehenna  en hebreo Guehinnom y gehena en el D.R.A.E., que no llega más allá del latín en su etimología es una palabra que tiene historia; a partir de 1960 la Reina Valera la traduce por infierno, como aquí. Los judíos la usaban frecuentemente (Mat_5:22; Mat_5:29-30 ; Mat_10:28 ; Mat_18:9 ; Mat_23:15; Mat_23:33 ; Mar_9:43; Mar_9:45; Mar_9:47 ; Luc_12:5 ; Stg_3:6 ). Literalmente quería decir el Valle de Hinnon, que es un valle al Sureste de Jerusalén que fue notorio porque fue donde Acaz introdujo el culto del dios pagano Moloc, al que se le ofrecían sacrificios de niños. «Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinnom, y quemó a sus hijos como ofrenda» (2Cr_28:3 ). Josías, el rey reformador, acabó con ese culto, y ordenó que ese valle fuera en lo sucesivo un lugar maldito. «Asimismo quitó a Tofet -el nombre antiguo de aquel valle– toda pretensión de lugar sagrado, para que nadie quemara a su hijo o hija como ofrenda a Moloc» (2Re_23:10 ). En consecuencia, el Valle de Hinnom se convirtió en el basurero público de Jerusalén, en el que se quemaban todos los residuos de la ciudad. El fuego se mantenía latente; y había como un hongo de humo por encima de él, y criaba una clase asquerosa de gusanos que parecía que no se morían nunca (Mar_9:44-48 ). Así es que Guehenna, el Valle de Hinnom, se identificaba en las mentes del pueblo con todo lo inmundo y maldito, el lugar donde todo lo inútil y malo se destruía. Así fue como llegó a ser sinónimo del lugar de la destrucción eterna, el infierno de fuego.

Así pues, Jesús insiste en que lo más grave es destruir la reputación de una persona y manchar su buen nombre. No hay castigo que sea demasiado severo para el chismoso malicioso, o la charla calumniosa que asesina el buen nombre de otro. Tal práctica, en el sentido más literal, merece el infierno.

Como ya hemos dicho, todas estas gradaciones de castigos no se han de tomar literalmente. Lo que Jesús quiere decir aquí es lo siguiente: «En la antigüedad se condenaba por asesinato, y eso siempre será condenable. Pero Yo os digo que no son sólo las acciones externas las que merecen ira juicio; los más íntimos pensamientos también están bajo el escrutinio y el juicio de Dios. La ira interminable es mala; el que habla despectiva es peor, y el chisme descuidado y malicioso que destruye el buen nombre de una persona es lo peor de todo.» El que es esclavo de la ira, el que habla en un tono de desprecio, el que destruye el buen nombre de otro, puede que nunca hayan cometido un asesinato de hecho, pero sí en el corazón. Alguien que tenga esas características dudo que sea de Dios y que haya nacido de nuevo. Mientras haya vida, este tipo de personas tendrá el derecho de volverse a Dios en arrepentimiento y Dios le perdonará, porque él es misericordioso para acercar a aquellos que le buscan de corazón, pero si persiste en su orgullo y desprecio por los demás, Dios lo mirara de lejos porque Dios no se complace en los altivos de corazón.

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